Flora Cantábrica

Matias Mayor

BLESSED FATHER MICHAEL SOPOCKO.15,8.24



BLESSED FATHER MICHAEL SOPOCKO

In the mission of Saint Faustina, Divine Providence assigned a special role to the confessor and spiritual director, Father Michael Sopoćko. In the years 1933-36, during Sister Faustina’s stay in Vilnius, Lithuania (at that time Vilnius belonged to Poland), Father Sopoćko was an irreplaceable help in discerning the interior experiences and visions that he had. He asked her to write the “Diary,” which has turned out to be a document of Catholic mysticism of exceptional value. In the “Diary”, we are also shown the sanctity of the priestly life of Michael Sopoćko and his contribution to the fulfillment of the requests of Jesus Christ.

Blessed Father Miguel Sopocko (1888-1975)

 

“He is a priest according to My Heart. (…) through him
“has pleased to spread the cult of My mercy” (Diary, 1256).
“Thanks to his diligence a new light will shine
in the Church of God for the consolation of souls» (Diary, 1390).

 

 

Thanks to the efforts and efforts carried out by Father Sopoćko in Vilnius, the requests of the Lord Jesus could be fulfilled: painting the image of the Merciful Jesus, exposing it for public worship, disseminating the Chaplet of Divine Mercy, undertaking the first steps to establish the Feast of Mercy, and the founding of the new congregation. Since then, all these common works of Sister Faustina and Father Sopoćko, achieved through prayer and suffering, continue to radiate throughout the entire world.

 

 

“Seeing Father Sopoćko’s dedication and effort in this matter, I admired his patience and his humility; All this cost not only a lot of effort and various disappointments, but also a lot of money, and everything was subsidized by Father Dr. Sopoćko. I see that Divine providence had prepared him to carry out this work of mercy before I asked God for it. Oh, how mysterious are Your ways, God, and happy are the souls that follow the voice of Your grace” (Diary, 422).

 

 

“O my Jesus, You see how much gratitude I have for Father Sopoćko who has advanced Your work so much. This humble soul knew how to resist all the storms and was not discouraged by setbacks, but has faithfully responded to God’s call” (Diary, 1586).

 

“This beautiful soul who spreads the work of Divine Mercy in the world is very pleasing to God because of his profound humility” (Diary, 1083).

 

 

“While I was speaking with the director of my soul, I internally saw his soul in great suffering, in such torment that there are few souls whom God tests with this fire. This suffering is due to this work. There will come a time when this work that God so recommends will seem to be completely destroyed, and suddenly God will intervene with great force to bear witness to its truthfulness. It [the work] will be a new splendor for the Church, despite having been in it for a long time. No one can deny that God is infinitely merciful; He wants everyone to know it; Before returning as Judge, he wishes that souls know him as King of Mercy. When this triumph comes,
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nosotros estaremos ya en la nueva vida, en la que no hay sufrimientos, pero antes tu alma será saturada de amargura al ver la destrucción de tus esfuerzos. Sin embargo esta destrucción es sólo aparente, ya que Dios no cambia lo que ha decidido una vez. Pero aunque la destrucción será aparente, el sufrimiento será real. ¿Cuándo sucederá esto? no sé; ¿cuánto tiempo durará? no sé” (Diario, 378).

 

 

“Jesús, después de todo, esta obra es Tuya, pues ¿por qué Te portas con él de tal modo que parece que se la dificultes, mientras exiges que la Ileve adelante?

 

 

 

Escribe que día y noche Mi mirada descansa sobre él y permito estas contrariedades para multiplicar sus méritos. Yo no recompenso por el resultado positivo sino por la paciencia y el trabajo emprendido por Mí” (Diario, 86).

 


“En sus inescrutables designios Dios permite a veces que quienes han emprendido los mayores esfuerzos por alguna obra, generalmente no gocen de los frutos de esta obra aquí en la tierra; Dios conserva todo su goce para la eternidad; pero, a pesar de todo, a veces Dios da a conocer cuánto le son agradables los esfuerzos de tales almas y aquellos momentos fortalecen las almas para los nuevos combates y pruebas. Ésas son las almas que más se parecen al Salvador el cual en su obra fundada en la tierra probó solamente amargura” (Diario, 1402).

 

“Jesús me ha dado a conocer cómo todo depende de Su voluntad, dándome una profunda serenidad respecto a toda esta obra. Escucha, hija Mía, aunque todas las obras que surgen por Mi voluntad están expuestas a grandes sufrimientos, sin embargo considera si alguna de ellas estuvo expuesta a mayores dificultades que la obra directamente Míala obra de la Redención. No debes preocuparte demasiado por las contrariedades. El mundo no es tan fuerte como parece, su fuerza es estrictamente limitada” (Diario, 1642-1643).

 

Los fragmentos de “Memorias” del padre Michał Sopoćko:

 

“Hay verdades que se conocen y de las que se oye y habla mucho, pero no se las comprende. Así fue conmigo en cuanto a la verdad de la Divina Misericordia. Tantas veces he mencionado esa verdad en homilías, he pen­sado en ella durante los retiros, la he repetido en las oraciones eclesiásticas, particularmente en los salmos, pero no entendía el significado de esa verdad, no me he adentrado en su contenido, que es el mayor atributo de la eterna actividad de Dios. Hacía falta una simple monja, Sor Faustina, de la Congregación de la Madre de Dios de Misericordia (las Magdalenas), que, llevada por la intuición, me habló de ella brevemente, y lo repitió muchas veces, impulsándome a examinar, estudiar y pensar en esa verdad a menudo.

 

(…) al principio no sabía muy bien de qué se trataba; escuchaba, descon­fiaba, meditaba, examinaba, pedía consejo a otros; sólo al cabo de unos años entendí la trascendencia de esa obra, la grandeza de la idea, y yo mismo me convencí de la eficacia de ese gran culto vivificador, que en realidad es antiguo, aunque está descuidado y exige en nuestros tiempos una renovación.

 

(…) El confiar en la Divina Misericordia, difundir el culto de esa misericordia entre otros, sacrificarle sin límite todos mis pensamientos, palabras y actos sin la menor sombra de buscarme a mí mismo, será la regla general del resto de mi vida, con la ayuda de esta infinita misericordia».

 

El padre Michał Sopoćko nació en Nowosady, en la provincia de Vilna. Entre 1910-1914 estudió teología en la Universidad de Vilna, estudios que continuó en Varsovia, donde se licenció también en el Instituto Superior de Pedagogía. Después de doctorarse en teología moral en 1926, fue padre espiritual en el seminario de Vilna. Recibió el doctorado superior (N. del T. título de habilitación) en 1934. Trabajó como profesor de teología pastoral en la facultad de teología, en la Universidad Stefan Batory en Vilna y en el Seminario Superior de Białystok (1928 -1962). Entre los años 1918 y 1932 fue capellán castrense del Ejército Polaco en

 

En los trabajos científicos que se publicaron del padre Sopoćko, él había sentado las bases teológicas para las nuevas formas del culto de la Divina Misericordia, que difundía con fervor realizando actividades sociales y de evangelización (véase los fragmentos del libro). Escribió cartas de formación para la primera comunidad de las hermanas, lo que supuso el inicio de la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso. A continuación, redactó las constituciones de la nueva congregación según las reflexiones e indicaciones de sor Faustina. Escribió oraciones a la Divina Misericordia, basadas en los escritos de la Santa, que más tarde publicaría, después de la muerte de santa Faustina, con quien siguió en contacto hasta el final de su vida, llevó a cabo las tareas indicadas en las revelaciones de la santa con todo su empeño.

 

 

Miguel Sopoćko murió en Białystok (Polonia) el 15 de febrero de 1975, en olor de santidad, el día de San Faustino, patrono de sor Faustina. La casa donde el padre Sopoćko pasó el último periodo de su vida ahora pertenece a la Congregación de las Hermanas de Jesús Misericordioso. El piso del padre Sopoćko ha sido convertido en un museo dedicado al Beato.

 

 

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