Flora Cantábrica

Matias Mayor

Frases del dia 29,3 21


 

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Santa TERESITA DEL NIÑO JESUS

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Comprendí en qué consistía la verdadera gloria. Aquel cuyo reino no es de este mundo me hizo ver que la verdadera sabiduría consiste en “querer ser ignorada y tenida en nada”, en “cifrar la propia alegría en el desprecio de sí mismo” (118).

 

 

Sí, yo quería que “mi rostro”, como el de Jesús, “estuviera verdaderamente escondido, y que nadie en la tierra me reconociese”. Tenía sed de sufrir y de ser olvidada

 

 

Las únicas que podía hacer sin pedir permiso consistían en mortificar mi amor propio, lo cual me aprovechaba mucho más que las penitencias corporales (125)…

 

 

[75rº] El refectorio, que fue mi oficio nada más tomar el hábito, me ofreció más de una ocasión para poner mi amor propio en su lugar, es decir, debajo de los pies

 

 

Verdaderamente, estoy lejos de ser santa, y nada lo prueba mejor que lo que acabo de decir. En vez de alegrarme de mi sequedad, debería atribuirla a mi falta de fervor y de fidelidad. Debería entristecerme por dormirme (¡después de siete años!) en la oración y durante la acción de gracias. Pues bien, no me entristezco…Pienso que los niños agradan tanto a sus padres mientras duermen como cuando están despiertos; pienso que los médicos, para hacer las operaciones, [76rº] duermen a los enfermos. En una palabra, pienso que “el Señor conoce nuestra masa, se acuerda de que no somos más que polvo

 

 

Me dijo que mis faltas no desagradaban a Dios, y que, como representante suyo, me decía de su parte que Dios estaba muy contento de mí…

 

¡Qué feliz me sentí al escuchar esas consoladoras palabras…! Nunca había oído decir que hubiese faltas que no desagradaban a Dios. Esas palabras me llenaron de alegría y me ayudaron a soportar con paciencia el destierro de la vida… En el fondo del corazón yo sentía que eso era así, pues Dios es más tierno que una madre. ¿No estás tú siempre dispuesta, Madre querida, a perdonarme las pequeñas indelicadezas de que te hago objeto sin querer…? ¡Cuántas veces lo he visto por experiencia…! Ningún reproche me afectaba tanto como una sola de tus caricias. Soy de tal condición, que el miedo me hace retroceder, mientras que el amor no sólo me hace correr sino volar…

 

 

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