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ELECTRA DEL OCCIDENTE por Luis Herrero Quintanilla


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ELECTRA DEL OCCIDENTE



Conferencia dada por Luís Herrero Quintanilla, en El Liceo de Navia, el día 26 de agosto de 2011, con motivo de la celebración de las VIII Jornadas de Historia, bajo el título “Empresarios de ayer y de hoy”, y Patrocinadas por la Fundación “Valdés Salas, Aula Universitaria “Valdés Salas”, Excmo. Ayuntamiento de Navia y Fundación “Amigos de la Historia”,


Para mejor entender la magnitud de la obra emprendida por los, me atrevería a decir audaces promotores – empresarios –, que de alguna manera vislumbraron el futuro y se lanzaron a la creación de esta nueva fuente de energía, conviene situarnos en aquellos años y preguntarnos ¿que se sabía de la electricidad?  La respuesta nos dejaría en una situación un tanto desconcertante.


En efecto, todo lo que se sabía era una serie de teorías, formulas, y trabajos de laboratorio, pero se ignoraba como resultaría su recibimiento, ¿Cómo lo recibiría la población?  ¿Aceptaría esta de buen agrado su consumo? ¿Tendría futuro esta energía?


En sus comienzos su utilización se centró en el alumbrado y en la fabricación de motores. Su aceptación fue total: el alumbrado público y privado había pasado del gas al arco voltaico y seguidamente a las lámparas incandescentes, que en un principio tenían el filamento de carbón y poco después metálicos. Motores eléctricos servían ya en panaderías, imprentas y pequeños talleres, también se estaban incorporando en las medianas y grandes industrias. Hay que reconocer, que el mayor acontecimiento eran los tranvías eléctricos. Estos nuevos tranvías que habían sustituido a las dos mulas por “algo” silencioso, que les hacia circular de forma majestuosas. En las fotografías de la época, año 1910, se puede ver cantidad de público admirando el paso de los nuevos elementos de transporte.


Bien, hagamos un poco de historia:


Una de las cualidades intrínsecamente unidas a la electricidad: el magnetismo ya se conocía en la antigua Grecia.


La primera prueba que se recuerda de una observación a este respecto, data de unos 600 años a. de J.C. cuando el Griego Tales de Mileto, observó que al frotar el ámbar con un paño de lana, adquiría la propiedad de atraer fragmentos de hierro o polvo. La palabra electricidad se tomó del vocablo griego “electrón”, que es como se llama al “ámbar” en griego. Es de destacar el descubrimiento del insólito comportamiento de cierta “piedra de magnesia”, lugar muy famoso en la antigua Tesalia, cuya atracción, ejercida permanente sobre el hierro, tanto admirara a Platón. De esta piedra se pensó, que poseía una extraña forma de vida.


Pues bien, desde esta fecha, hasta el año 1600 de nuestra era, un silencio absoluto envuelve a esta ciencia, no hay ninguna referencia a ella a lo largo de aproximadamente 2.200 años.


La iniciación del estudio científico de los fenómenos electrostáticos se inicia en Inglaterra por el médico Sir William Gilbert en el año 1600 d. de J.C.


A partir de esta fecha se inicia una denodada búsqueda, para intentar saber que se ocultaba bajo esos extraños y, en esa época, inexplicables fenómenos.


Toda una pléyade de científicos se afanaron en poner negro sobre blanco, todo lo referente a los nuevos descubrimientos. Estos se iban sucediendo, unas veces fruto de la investigación y el estudio, otras de la casualidad, pero poco a paco, la Electrología, ciencia de la electricidad, consigue una deslumbrante y acelerada carrera de descubrimientos y sistematización, hasta llegar a constituir, en nuestros días, una de las ramas de la Ciencia más densas de contenido especulativo y, de mayor trascendencia para la sociedad humana, por sus casi ilimitadas aplicaciones prácticas.


Se descubren los fenómenos eléctricos, se inventan las baterías, los conductores, los aislantes, la luz eléctrica, el electro magnetismo, los semiconductores, los condensadores, en fin, todo lo que hoy vemos y usamos con absoluta tranquilidad, sin darnos cuenta que, hace “solo” poco más de 200 años, era totalmente ignorado.


Solo voy a citar un descubrimiento trascendental: a partir de los estudios realizados sobre el magnetismo y los efectos magnéticos de la corriente continua. Michael Farady en 1833, descubrió el fenómeno de la inducción electromagnética y Lenz, en el mismo año, fijó las leyes que determinan la corriente inducida y su sentido – Ley de Lenz -. En esencia, descubrieron que si unas espiras cortaban las líneas de fuerza de un imán, en estas espiras se formaba una corriente eléctrica, que a su vez creaba un campo magnético, que estaba siempre en oposición con el movimiento que dábamos a las espiras: se había creado la base para la producción de corriente alterna y, al mismo tiempo, se habían inventado los motores eléctricos. Es significativo el hecho de que, por ejemplo, con la fuerza  del agua se “crea” energía eléctrica y, con energía eléctrica se mueve el motor que hace circular el agua hasta el lugar que necesitemos.


Quiero recalcar el concepto de que para “crear” la energía eléctrica, necesitamos un campo magnético, unas espiras y una fuerza que mueva, o bien el imán o bien las espiras. Para “crear” energía eléctrica, necesitamos utilizar otra energía.


“La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma”


Bien, recapitulemos, todos estos estudios, ensayos y teorías, pusieron de manifiesto los efectos “visibles” de la utilización de la electricidad. No se sabía realmente por qué se encendía una lámpara, cuando los dos extremos de su filamento se unían a dos polos distintos de una batería, pero se elaboró la teoría, posteriormente confirmada por Albert Einstein en 1905, de que los átomos, eran como pequeños planetas, en los que unos micro diminutos satélites, los electrones, giraban alrededor del núcleo, el desplazamiento de estos electrones originaban la luz, el calor el magnetismo, etc.


La posibilidad de tener luz de extraordinaria calidad, así como de utilizar de una fuerza distinta de las disponibles en ese momento, les recuerdo que lo más “moderno” era aprovechar la fuerza que provenía de la presión del vapor de agua, y que se seguían utilizando las fuerzas, vamos a llamar naturales, de la corriente de los ríos, la fuerza del viento, así como la de animales y la humana, alertó a emprendedores, que vieron las tremendas posibilidades que ofrecía la utilización de la energía eléctrica.


Los primeros pasos de esta nueva industria se dieron en EE.UU. Es en este país donde se construyen las primeras “fábricas de la luz”, allá por el año 1880. España no se demora mucho en su utilización. Concretamente en Barcelona, en 1881, se constituyó la primera compañía que tenía por objeto el desarrollo de la nueva industria: La sociedad Española de Electricidad.


A esta primera empresa, la siguieron inmediatamente otras, que incorporaron el suministro de energía eléctrica a las principales ciudades de nuestra patria. En Santander, que fue una de las primeras en seguir esta iniciativa, el servicio eléctrico se inauguró en febrero de 1892, la empresa encargada de este primer suministro fue la “Compañía General de Electricidad Volta”. Esta empresa construyó una “fábrica” en la calle Río de la Pila, para la generación de energía eléctrica en corriente continua, por medio de tres grupos de máquinas de vapor, con una potencia total de 240 kW.


En el año 1896, esta compañía fue adquirida por la sociedad “Eugenio Lebón y Compañía”, empresa que realizaba el suministro de gas a la ciudad.


Otra sociedad, “La Electra Pasiega” inicia la distribución de Electricidad en el año 1901. Esta empresa tenía dos centrales hidráulicas en el concejo de Liérganes.


Una tercera empresa inicia su actividad en el año 1904, se trata de la “Sociedad General de Centrales Eléctricas”. Suministra energía eléctrica en corriente continua a la tensión de 150 V. para alumbrado, y 150 y 300 para usos industriales.


Esta última, será el germen de una nueva empresa, que alcanzará una cierta importancia, en efecto, poco tiempo después de comenzar su funcionamiento, los bienes y derechos que dicha sociedad poseía en Santander, fueron adquiridos por D. Calixto Rodríguez García, industrial de la provincia de Guadalajara, mediante escritura otorgada en Bilbao el día 23 de diciembre de 1905.


Esta compra fue el primer paso  para la fundación de una nueva empresa, así, el día 13 de julio de 1906, en Bilbao y ante el notario D. Agustín Malfaz, se constituyó La Sociedad Anónima Electra de Viesgo. Firmaron dicha escritura como fundadores, además de D. Calixto Rodríguez, los señores D. Fernando Villamil e Iglesias y D. Luis Castillo y Gogorza.


El capital social de esta nueva empresa era de un millón de pesetas, representadas por dos mil acciones de quinientas pesetas. Así mismo, como fue recogido en la Escritura Fundacional, se emitieron obligaciones, por un importe de un millón cuatrocientas mil pesetas.


Hago esta referencia a Viesgo por tres motivos: el primero para recordar la fecha de su fundación, 1906, el segundo para comparar el capital de partida de Viesgo y E. del Occidente y, la tercera por la implicación que la primera tendrá en el Occidente Asturiano.


La zona del bajo Navia no se quedó atrás en el uso de esta nueva energía. Todo lo contrario: podemos afirmar que fue pionera y este temprano disfrute, se lo debemos a un personaje ejemplar, más correcto sería decir a un Naviego ejemplar, ya que a él se debe, de forma notable la creación de la empresa que trajo la energía eléctrica a Navia y a los pueblos próximos.

Esta empresa era Electra del Occidente y su impulsor fue, como ya mencioné, un ilustre naviego: Don Mariano Luiña y Fernández Álvarez, nacido en Navia el 21 de septiembre de 1872 y que falleció en Madrid el 1 de enero de 1951.


Don Mariano estudia en Madrid la carrera de Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. También estudia Astronomía.

Funda en Madrid una academia. Pronuncia  en el Ateneo madrileño conferencias sobre álgebra y matemáticas. Su actuación a todo lo largo de su vida se caracteriza por la originalidad, la profundidad y la eficacia.


Fue precursor de nuevas técnicas, pionero y verdadero especialista en las mezclas de hierro y mortero, – hoy, lo llamamos hormigón armado -.


Solo mencionar dos de sus proyectos justificaría su trayectoria como Ingeniero fuera de lo común, veamos:


En 1906 proyectó y dirigió las obras del sifón del Sosa, en el canal de Aragón y Cataluña. Esta obra está formada por dos tubos de hormigón armado, que con un diámetro de 3,80 metros, una carga de agua de 28 metros, dan paso a un caudal de 35.000 litros por segundo. Esta obra pionera en España, Pasó todas las pruebas satisfactoriamente en febrero de 1906 y, se inauguró el 2 de marzo del mismo año. La importancia de la misma, se pone de manifiesto por el hecho de que a la inauguración asistió S. M. el Rey Alfonso XIII.


En 1909, repitió el éxito con el sifón de Albelda, también en el canal de Aragón a Cataluña. En este caso, es un tubo con un diámetro de 4 metros, y una carga de 30 m. que dan paso a un caudal de 18.600 litros de agua por segundo.


Como curiosidad les diré que para la construcción de este sifón se precisaron 7.000 aros de acero, fabricados en la Felguera y transportados en barco de Gijón a Tarragona; desde allí hasta Binefar en tren, y hasta Albelda en carro.


En la biblioteca municipal de Navia, se puede leer la descripción, pormenorizada, de estos importantísimos proyectos, documentado con fotografías, que nos ponen de manifiesto la magnitud y grandiosidad de las obras, que en ese momento eran las mayores del mundo.


En Internet tenemos amplia información de estas obras, así como  cantidad de artículos escritos por D. Mariano Luiña.


Para la ampliación del muelle norte de Gijón, ideó unos cajones flotantes de hormigón armado de 1.000 toneladas. Estos cajones de 11 x 6 x 6, estaban divididos en cuatro compartimentos. Ejecutados en tierra sobre gradas y lanzados al mar como buques.


En Elche, proyecta y construye el puente monumental sobre el río Vinalopó. Este puente–viaducto de hormigón armado, con un tramo abovedado central de 50 metros de luz, es el más importante de España en ese momento, dos tramos rectos laterales de 12 metros de luz apoyados sobre estribos de fábrica, completan la obra.


Esta obra debió encantar a los habitantes y autoridades de la ciudad, que dedicaron una calle a tan ilustre personaje, calle que aún perdura.


La relación de sus obras, agotaría esta charla. En la Biblioteca Municipal de Navia, existe la documentación que así lo acredita, solo quisiera añadir que en el Occidente Astur también dejó muestras de su talento: en Luarca un puente sobre el río Negro de tres tramos, 8 metros el central y 6,5 metros los laterales. En Navia la conducción de aguas de El Capellán, la red de saneamiento, Navia fue de las primeras Villas de España en tener este importantísimo servicio, la electrificación particular y pública, el parque de Campoamor e infinidad de proyectos de embellecimiento y urbanización.


Hecho el proyecto de electrificación de Navia y, justificado económicamente su viabilidad, el paso siguiente era formar la empresa que pudiera llevar la idea a buen fin.


En el programa de las Fiestas de Navia correspondiente al año 2008, Don Rafael Ánes y Álvarez de Castrillón relata de forma clara como Navia entró en la era de la energía eléctrica. Sigo su relato reduciéndolo en lo posible, dice así: “Jesús Martínez da la fecha del 9 de diciembre de 1907 como la del encendido de las bombillas en las casas, siendo algo posterior el alumbrado de las vías públicas. El hecho fue celebrado como correspondía y homenajeado por el pueblo de Navia con un banquete popular Mariano Luiña, quien es calificado de hombre de voluntad de hierro y la empresa acometida de heroica y arriesgada.


La energía eléctrica la producía la central levantada por la Sociedad Electra de Occidente, constituida el 20 de octubre de 1904, promovida por el Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Mariano Luiña y Fernández Álvarez, después de haber autorizado el 29 de mayo de 1903 a derivar agua del río Navia para producir energía eléctrica para el alumbrado de Navia, Boal, Puerto de Vega, El Espín, Ortiguera y otros pueblos que estuviesen en el trayecto que recorriesen las líneas de transporte.


La sociedad fue constituida con un capital social de 240 mil pesetas, dividido en 2.400 acciones de 100 pesetas cada una, repartidas entre 98 accionistas, siendo el principal accionista el propio Mariano Luiña, con 500 acciones.


Las obras a realizar eran, una presa en “El Artosa”, Vivedro, el túnel y la central, a levantar en la vega de “Senra”, en término de Arbón. Las obras, según la Memoria explicativa del proyecto, facilitado por Manuel Álvarez García, se presupuestaron en 190 mil pesetas, siendo lo más costoso la parte electromecánica, en la que se gastarían 75 mil pesetas, siguiendo las redes e instalaciones con 30 mil, al igual que la casa de máquinas, mientras que la presa costaría 25 mil y 20 mil el túnel.”


Continúa, el documentado artículo de D. Rafael Anes, describiendo el banquete popular en honor de Mariano Luiña. Aquí toma la información del periódico editado en Navia, El Porvenir Asturiano, que anunciaba para el domingo 19 de enero de 1908, a las ocho de la tarde en el Salón de actos del Casino de Navia un banquete popular como homenaje por el feliz termino del Salto de Vivedro y la inauguración del alumbrado eléctrico. La comisión que había organizado el acto estaba formada por Carlos Peláez, Leandro Jardón y Rosendo Méndez, el encargado  de dedicar el banquete fue Rafael Calzada, que se encontraba en España al haber tomado el acta de diputado después de las elecciones celebradas el año anterior. Como curiosidad, el cronista da cuenta de que el “suculento menú fue servido por la Fonda de Antonio Corbelle y el precio del cubierto era de 10 pesetas.


El ejemplar del domingo siguiente, día 26 de enero, se da cuenta del homenaje. La presidencia la ocuparon Rafael Calzada, José Martínez, José Ochoa, Rosendo Méndez, Carlos Peláez y Leandro Jardón. La asistencia se dice que fue grande y el semanal da cuenta de todos los concurrentes y de los que se adhirieron al homenaje de reconocimiento y admiración.


Todos los oradores expresaron su satisfacción por el éxito logrado, siendo el primero en hablar Rafael Calzada, quien califico de gran ingeniero e hijo eminente de Navia a D. Mariano y de muy honroso para Navia, ya que patentizó la cultura de los habitantes de tan hermosa Villa y lo significativo que era la unión de las distintas personas, que representaban la intelectualidad, el trabajo y la riqueza de todos los habitantes de esta región.


Como vemos, Navia dispone de energía eléctrica en el mismo tiempo que las ciudades mas desarrolladas del mundo, lo cual dice mucho de la visión del artífice del proyecto, Don Mariano Luiña, y del progreso de los habitantes de la Villa y de entorno.


Veamos algunos detalles de la central construida en la vega de “Senra”, termino municipal de Villayón en el año 1905.


La construcción de la presa, aguas arriba del meandro que en ese lugar hace el río, y la ubicación de la central, al final del meandro, nos permiten ganar un desnivel de dos metros. Con una pequeña presa de escollera, se ganan otros dos, con lo que se podía instalar un grupo, turbina-alternador con una potencia de 250 kW.


En esta central se instaló un primer grupo dotado de una potencia de 250 kVA. La turbina era de modelo “Francis”, que movía un eje vertical, dotado en su parte superior de una corona dotada con dientes de madera, la madera era de Encina. Estos dientes se apoyaban  en un piñón solidario con otro eje, este horizontal. En este eje, se encajó un volante, de importantes dimensiones, sobre este volante se apoyaba una correa de cuero, de unos 50 cm. de ancho; esta correa era la encargada de mover el rotor de alternador. Otro pequeño volante hacía girar el regulador de velocidad del grupo.


Como vemos todo un ingenioso mecanismo, para realizar el cambio en la transmisión de la fuerza en 90 grados. El árbol movido por la turbina era vertical y, el eje del alternador horizontal.


Así lo vieron los directivos de Viesgo y por eso, en el jardín próximo a la nueva central, esta instalada la corona que conseguía este cambio en la dirección de la transmisión de la energía del agua.


Como he dicho, las duelas de la corona que arrastraban el piñón solidario con el eje encargado de mover el rotor del alternador, eran de madera, como aún se puede ver, ya que esta corona, se encuentra instalada en el jardín de la central. Esta circunstancia, paradojas de la vida, permitía, en caso de rotura de alguna o de todas las duelas, una rápida y fácil reparación a cargo, bien del personal de la central o bien, por algún equipo de carpinteros, abundantes en esta zona. También obligaba al personal a desarrollar una cierta precaución, ya que, cuando por alguna razón, se montaban los dientes de la corona sobre los del piñón, los primeros salían disparados, lo que obligaba a la persona que estuviera en ese momento próxima al  grupo, a tirarse al suelo con gran rapidez. Esto lo se, contado por los trabajadores de la central.


Posteriormente se instaló otro grupo de 450 kVA. Tenía éste los dientes de la corona de acero. Se buscaba eliminar el punto débil del anterior y, atender a las crecientes demandas de energía, pero el resultado fue negativo. El error no estaba en los materiales, sino en el diseño. Los dientes se siguieron rompiendo o doblando y ahora la reparación era complicada y solo realizable por personal especializado. Los tiempos de reparación eran largos, con lo que el suministro de energía se resintió.


Esta central se paró en el primer trimestre de 1963. En ese momento solo estaba en servicio el primer grupo. Llevaba 56 años funcionando y estaba dando una potencia de 60 kWh., según testimonio de José Ant. Fdez. Crespo, que fue la persona encargada de parar esta “reliquia” por última vez y, tomar las lecturas de los contadores.  Se desmontó el material y el edificio se dinamitó, iniciándose en esta fecha la construcción de la nueva central.


Ignoro la causa final que decidió la venta de esta empresa a Electra del ESVA. Creo que siempre es una conjunción de varias circunstancias. Una: las largas y costosas averías de la nueva turbina, esta anomalía limitaba la contratación de nuevos clientes. Dos: las necesidades de nuevas líneas de transporte, las existentes daban perdidas no soportables por el sistema. Tres: Necesidad de una fuente importante de financiación, que no obligara a los accionistas y obligacionistas a continuas derramas de dinero, sin obtener ningún beneficio. Cuatro: Necesidad de unir fuerzas ante la llegada de un nuevo competidor: Les recuerdo que BEGA, empresa participada por Viesgo se había instalado en Luarca en el año 1931.


En mi poder tengo el acta de un sorteo celebrado en Luarca para el pago de unas obligaciones emitidas por Electra de Occidente en junio de 1911, en este acta se fija que la escritura fundacional de la Empresa Electra del Occidente se firma en Navia, ante el ilustre Notario de dicha villa, de Don Rafael Fernández Calzada, el día 25 de octubre de 1904.


Electra del Occidente subsistió como tal, hasta el tres de octubre de mil novecientos treinta y dos. Posiblemente ante el notario de Trevías, sustituto por vacante de la notaría de la capital de concejo, Luarca, se firmó la escritura mediante la cual: “La Electra del ESVA se hace cargo del activo y del pasivo de la disuelta, todas sus cargas y obligaciones de esta, sean obligaciones o deudas corrientes simples o hipotecarias, y en la misma forma y condiciones que pesaban sobre la extinguida”


En la escritura, mas arriba mencionada, se pone de manifiesto el cumplimiento de esta obligación contraída por Electra del ESVA. En efecto el día 5 de Junio de 1911 y ante el notario de Oviedo don Secundino de la Torre, Electra del Occidente emitió trescientas obligaciones hipotecarias, de quinientas pesetas nominales al portador, amortizables en treinta años, a la par, por reembolsos anuales de cinco mil pesetas cada uno, en primero de enero, mediante sorteos anuales.


Esta escritura es el acta del sorteo realizado en Luarca el 30 de diciembre de 1932, para encontrar a los diez propietarios de los títulos con objeto de reembolsarles su dinero. “Los números que salieron favorecidos en ese sorteo fueron: 141, 257, 193, 169, 199, 168, 218, 221,  1, y 189, quedando por tanto amortizadas las obligaciones que llevan esos números, y su importe será reembolsado a los tenedores de las mismas partir del primero de enero próximo.”


En esta misma escritura se puede leer que: “Don José García Vidal de la Uz, como secretario del Consejo de Administración de la Electra del ESVA, domiciliada en esta Villa, certifico: Que según resulta del acta número 20, obrante en los folios 103 al 109 del libro correspondiente a la precitada Sociedad, La Junta General ordinaria de accionistas celebrada el 28 de febrero de 1931 designó al Consejero Don Vicente Trelles y González y al que suscribe, Presidente y Secretario, respectivamente, del Consejo de Administración la compañía sobredicha”.


Don Vicente Trelles, no aparece, como veremos, en el grupo de promotores de Electra del ESVA, pero según esta escritura, pronto se hizo con las acciones necesarias para ser, primero, consejero después Presidente.


Recordemos que Viesgo se fundó el día 13 de julio de 1906, y en 1908, el  Banco Vizcaya y Don Lucas Urquijo, adquirieron la totalidad de las acciones de dicha empresa. En el Occidente de Asturias, el Banco pujante y bien gestionado era el Banco Trelles, la relación comercial entre ambas entidades era inevitable.


Enseguida veremos con más detalle que era Electra del ESVA, ahora seguiremos con el resto las empresas eléctricas de esta zona.


En concejo de El Franco se constituye Electra Reigada que contaba con una central hidroeléctrica en Suerio, río Porcia y otra en Andina. El 24 de marzo de 1932 Electra del ESVA compro la central de la Andina, y todas las redes. Esta central, la Andina, estaba instalada sobre el río Barganaz, en el lugar denominado La Pena del Estudiante. El antiguo propietario se reservó la central del Suerio para su uso.


El día 13 de noviembre del año 1900, se autoriza a don Bonifacio Torres a derivar del río EO, seis mil litros de agua para la construcción de una central en el termino de Valiña Seca, San Tirso de Abres. La potencia de esta central era de unos 200 kVA. La empresa que gestionaba este central y el suministro de energía a la población de San Tirso de Abres se llamaba La Competidora. Años más tarde fue comprada por Electra del ESVA.


En la zona del bajo EO se constituye la Sociedad Anónima Hidro-Eléctra del EO por escritura celebrada el día veintitrés de febrero de mil novecientos seis a testimonio de Notario de Vega de Ribadeo, hoy Vegadeo, D. Joaquín Úbeda Saráchaga. El capital social es de ochocientas cuarenta mil pesetas, totalmente desembolsadas, representado por mil doscientas acciones de setecientas pesetas. Esta empresa tiene dos centrales hidroeléctricas: Pe Viña y Louredal, ambas sobre el río Eo. La potencia de esta última central era de 150 kVA. La tensión del alternador de 220 V., que se elevaba a 10.500 V. través de un Transformador.

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Esta empresa subsistió hasta finales de los años cincuenta, Viesgo la adquirió y la unió a Electra del ESVA.


Vemos que de una u otra forma, todo el mercado eléctrico del nor-occidente de Asturias estuvo en manos, de la ya varias veces mencionada Electra del ESVA, veamos su nacimiento: En Luarca, el día once de noviembre de mil novecientos once y, ante el notario D. José María Lombardero, se constituye la empresa Electra del ESVA. Los promotores de esta empresa, que a la postre se quedó con todo el mercado del nor-occidente asturiano, fueron Don Manuel González Pérez, D. Juan Pérez Fernández, D. Enrique Alba Fernández y D. Ramón Rodríguez Lengomin.


Esta empresa tenía una central hidráulica en el río ESVA, localidad de Paredes, con una potencia de unos 350 KVA. La potencia no era muy superior a la instalada por Electra del Occidente en Arbón pero su diseño era más moderno. Como lo demuestra el que al final de su vida Arbón producía 60 kWh., y Paredes 150 kWh. Esta central abastecía de electricidad a prácticamente todo el concejo de Valdés. De la  antigua central y de las obras en el embalse solo quedan sus ruinas, que aún se pueden visitar.


Como hemos visto, todas las empresas de la zona que trabajaban en el sector eléctrico, fueron compradas por E. del ESVA. Pero muy pronto, otra empresa iba a hacer acto de presencia. En el año 1929, Viesgo inicia la construcción de la presa de Doiras. El proyecto contempla la puesta en servicio de tres grupos de 18.000 kVA.,  así como transportar la energía al centro de Asturias y a Santander, era evidente que venderla en zona tan cercana, disminuía costes y aumentaba beneficios.


El primer paso fue crear, en el año 1931, una empresa  participada por Electra de Viesgo: Barras Eléctricas Galaico Asturianas: BEGA. La sede social de esta empresa era Luarca. Electra del ESVA jugo bien sus cartas: si no te puedo eliminar me uno a ti. El resultado de esta partida tuvo una primera fase, en el año 1953, Viesgo adquiere una importante participación de E. del ESVA y pasa a dirigirla, manteniendo su nombre, en 1994, se produce la absorción. En este momento Viesgo está dentro del Grupo de ENDESA.


No siendo necesaria su presencia en esta zona, en el año 1954, BEGA traslada su sede social a la calle Ciudad de Vivero en Lugo. En adelante su actividad se desarrollará en la ciudad de Lugo y en toda la zona norte de esta provincia.


A partir del año 1994, Electra del ESVA, ya integrada en Viesgo, seguirá la suerte de esta última, de esta forma, Endesa la venderá al grupo italiano Enel, a finales del año 2001 y, pocos años mas tarde, el día 26 de junio de 2008, será el grupo alemán E. ON, el que se quede con el paquete de acciones.


Ya desde el primer día de la toma de posesión de E. del ESVA, Viesgo inicia una progresiva normalización de las tensiones de servicio, ya que convivían, aún dentro del mismo núcleo urbano distintas tensiones: 120, 150, 300, 220 V. Nuevas líneas de transporte sustituyeron a los viejos postes de madera, y nuevos centros de transformación hicieron que las caídas de tensión fueran las normales, con lo que el alumbrado público y privado así como la potencia contratada por industrias y particulares se ajustaran a los valores reglamentarios.


Por otra parte, no pensemos que todos los pueblos gozaban del suministro eléctrico, vean dos ejemplos que nos sorprenderán: en el año 1941 se procede a dar servicio eléctrico a Villayón, la energía se traía de Doiras, el servicio lo proporcionó E. ESVA. Otra curiosidad, el pueblo de Doiras fue electrificado a mediados de los años cincuenta, también por E. del ESVA. Vean la paradoja: el pueblo a dos velas y el poblado de los empleados de Viesgo, con energía eléctrica, en un principio gratis, para dichos empleados.


Esta última circunstancia, también se corrigió en la década de los años cincuenta, ya que dentro de la misma empresa, se daba la anomalía de que los trabajadores de las centrales no pagaban, pero todos los demás, personal de oficinas, técnico, de líneas, etc., si. Me comentaron que la negociación fue laboriosa y al final cedieron en esa ventaja a cambio de extender a las centrales los derechos de economato y alguna gratificación. Con ello se acabó con el abuso existente, ya que como no se pagaba, se estaba haciendo un uso desproporcionado de la electricidad. Baste citar como ejemplo, que en algunas cocinas de las viviendas, estaban encendidas lámparas de 500 y a veces de 1.000 watios.


La construcción del nuevo Salto de Arbón, año 1968, en una zona tan centrada dentro del mercado de Electra de ESVA, permitió la construcción de una moderna subestación que alimentaba las tres zonas importantes de E. del ESVA. Esta subestación al estar unida al sistema de Alta Tensión, que une las centrales de Arbón y Doiras, con la Subestación de UJO, aseguró el suministro de energía eléctrica con un margen de seguridad, completamente desconocido en esta región. La construcción nuevas líneas con torres de acero, unieron esta subestación, con las nuevas subestaciones de distribución puestas en servicio en El Espín, Almuña y Vegadeo, con lo que el nuevo diseño de distribución en el nor-occidente de Asturias quedaba completado.


En los años en que me tocó trabajar en estas centrales, les puedo asegurar que importantes “apagones” que se registraron, incluso a nivel nacional, tuvieron mínima incidencia   en esta zona, merced a la proximidad de las centrales, antes mencionadas de Arbón y Doiras.


La adecuación a nuevos y modernos equipos: disyuntores, autovalvulas, transformadores de medida y potencia, etc., así como la ampliación de las tres subestaciones de distribución de energía, la construcción de nuevas líneas de alimentación de estas subestaciones, etc., etc., ha sido mantenida por la dirección de la Empresa sea esta, Viesgo, Endesa, Enel, o E. On. Vamos seguidamente a enumerar alguna de estas obras:


.- Se construido una nueva línea de alimentación de la subestación de Almuña. Esta línea, en la actualidad es de 30 kV., pero esta dimensionada para pasar, si es necesario, a 140 kV.


.- La subestación del Espín puede recibir energía desde la Línea Arbón-Ence, que se ha prolongado hasta dicha localidad.


.- Próximo a Vegadeo se ha construido una nueva subestación, Porzún, alimentada por el sistema de 140kV., Líneas Arbón-Mondoñedo y Doiras-Mondoñedo, con lo que se ha mejorado sustancialmente el servicio que desde Vegadeo surte de energía hasta Tapia de Casariego, por el oriente y, hasta Ribadeo por el occidente.


.- Construye una nueva subestación en Tapia de Casariego, que tal como indico en el párrafo anterior recibe energía de La Subestación de Porzún. Esta Villa estaba en el límite de la dos subestaciones que la suministraban de energía. El Espín y Vegadeo, por lo que al aumentar su población las pérdidas eran importantes.


Si a estas importantes mejoras en la distribución, se une el hecho producido en los últimos años, en los que a la producción de energía eléctrica en las centrales de Arbón, Doiras y Salime se han unido nuevas fuentes: Aerogeneradores en Asturias y Galicia y plantas de cogeneración, en Ence y Reny-Picot, se puede aseverar, que el futuro de toda esta región, en cuanto se refiere al suministro de energía eléctrica de forma estable y abundante, es algo que se puede asegurar, ya que es fácilmente demostrable, y esta circunstancia, es tremendamente favorecedora para nuestro futuro, ya que se permite la implantación de nuevas industrias y comercios,  así como  construcción de nuevas viviendas.


No olvidemos que está realidad de nuestros días, tuvo un origen y que, en ese origen, figura de forma destacada, me atrevería a decir que con letras de oro, un naviego ejemplar, que respondía al nombre de Don Mariano Luiña y Fernández Álvarez, d.e.p.


Al llegar a este punto, Don Mariano Luiña, finalizaba su documentada disertación con dos palabras: He dicho.  Yo, en su honor, también las quiero decir, pero añadiendo una coletilla: He dicho…. Pero gracias a:


Agradecimientos: A  D. Manuel García Rodil y D. José Antonio Fernández Crespo, que dedicaron toda su vida profesional al servicio de Electra del ESVA, su memoria me ha sido muy útil. A Dña. Carmen Luisa Martínez Suárez, responsable de la biblioteca municipal de Navia, que tan sabiamente condujo mis primeras pesquisas, para saber quien era ese ilustre naviego, que responde al nombre de D. Mariano Luiña y a  D. Rafael Anes y Álvarez de Castrillón, quien no por ser el último en citar es el menos importante.


Bibliografía: Calles y Plazas de Navia, por D. Jesús Martínez Fernández. Gran Enciclopedia de Asturias. Electra de Viesgo 75 años, escrita por D. Baldomero Madrazo Feliu. Documentación sobre don. Mariano Luiña existente en la Biblioteca Municipal de Navia, Programa de fiestas de Navia correspondiente al año 2008 y, por supuesto, a Internet.


Muchas gracias por vuestra asistencia.

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Salto antiguo

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Duelas Vieja Central

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Tranvia Santander.1910

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