.Etnopaisaje – pag.15
7 agosto, 2009 Autor: adminSegún Francisco Feo Parrondo, en su libro «Los Vaqueiros de Alzada», la población rural del occidente asturiano se divide en tres grupos contrapuestos:
«marmuetos o marinuetos» (lugareños de la zona litoral asturiana),
«xaldos» (lugareños de la parte montañosa de vida sedentaria) y
«vaqueiros».
Los vaqueiros vivian en la zona occidental de Asturias y la parte norte de León, y hoy como tales ya han desaparecido. Se encontraban en los concejos de Tineo, Salas, Valdés, Belmonte, Navia, Cudillero, Villayón y Somiedo.
Seguimos a Gaspar Melchor de Jovellanos en su carta a Antonio Ponz fechada en 1793.
«Vaqueiros de alzada llaman aqui a los moradores de ciertos pueblos fundados sobre las montañas bajas y maritimas de este Principado, en los concejos que están a su ocaso, cerca del confin de Galicia. Llamánse vaqueiros porque viven comúnmente de la cría de ganado vacuno; y de alzada, por que su asiento no es fijo, sino que alzan su morada y residencia, y emigran anualmente con sus familias y ganados a las montañas altas.»
Los vaqueiros vivian en chozas con muros de piedra y techos de paja o de teja.
Las habian en los lugares de verano y en los lugares de invierno, ocupandolas según el periodo de la trashumancia .
En las brañas cuando no estaban ocupadas siempre se quedaba una persona conocida como el «vecindeiru» que era el encargado de cuidar la braña hasta la proxima ocupación.
Los vaqueiros de alzada pasan el invierno en brañas relativamente cercanas a la costa, y al llegar el verano, cogen todas sus pertenencias (familia, rebaños, animales, utensilios) y se desplazan en caravana hasta las tierras altas para alimentar el ganado.
Asi mismo el ganado vacuno sirve como elemento de transporte de los utensilios o personas que emprenden el largo y dificil camino.
Aunque la fechas son muy variables dependiendo del clima, las fechas de trashumancia suelen ser desde el 8 de mayo al 29 de septiembre.
Los vaqueiros no solian tener trato con los lugareños, los matrimonios se concertaban entre los miembros de una misma braña, en la mayoria de las veces con vinculos de sangre para lo que era necesario pedir dispensa. Incluso el contacto entre miembros de distintas brañas era escaso, por lo que no digamos sobre los naturales del pais.
Los vaqueiros no solian tener trato con los lugareños, los matrimonios se concertaban entre los miembros de una misma braña, en la mayoria de las veces con vinculos de sangre para lo que era necesario pedir dispensa. Incluso el contacto entre miembros de distintas brañas era escaso, por lo que no digamos sobre los naturales del pais.
Esta desconfianza llevó en algunas parroquias a colocar una baranda de madera o una viga de madera en el suelo, diviendo la iglesia, la parte delantera mas cerca del altar para los naturales, y la parte de atras y mas alejada del altar, los de las brañas.
En la iglesia de San Martín de Luiña, aun se conserva la viga que separaba ambas partes de la comunidad. En ella se puede leer «no pasan de aquí a oír misa los baqueros».
En 1844 se emitió una orden en la cual se decia que debian quitarse todas las marcas que impidiesen a los vaqueiros mezclarse con el resto de la poblacion.