Flora Cantábrica

Matias Mayor

En las cartas de santa Faustina.1,8.22


María Faustina Kowalska

 

En las cartas de santa Faustina

 

Del carisma de santa Sor Faustina no sólo surgió una nueva escuela de espiritualidad, sino también el Movimiento Apostólico de la Divina Misericordia, que trata de llevar a cabo, de diversas maneras, la misión de proclamar la misericordia de Dios al mundo a través del testimonio de vida, mediante obras, de palabra y con la oración.

 

La idea de este movimiento fue revelada a Santa Faustina en Vilna, en 1935, cuando Jesús le transmitió su deseo de que se fundara una nueva congregación, que proclamara la Divina Misericordia y la implorase para el mundo (Diario 436). Al principio, ella pensaba que tenía que salir de su Congregación y fundar una nueva orden religiosa contemplativa, para la cual escribió un resumen de la regla religiosa. Sin embargo, se fue dando cuenta poco a poco de que aquella idea que le había transmitido el Señor no consistía sólo en crear un convento o una congregación.

 

 En una carta a su director espiritual, el Padre Miguel Sopoćko, a principios de 1936, ella escribió: Puedo ver claramente que no sólo será una congregación femenina y otra masculina, sino que también veo que será una gran asociación de personas laicas, a la cual cualquiera podrá pertenecer y mediante las obras podrán recordar unos a otros la Misericordia de Dios. Que estas palabras no le parezcan, Padre, una locura, porque son una verdad auténtica que pronto va a ser puesta en práctica y aunque yo no tenga a nadie en pro de esta obra, no me desanima nada, porque me basta saber que tal es la voluntad de Dios. Sin embargo, ella seguía creyendo que su papel en esta obra sería el de fundar una orden religiosa contemplativa. El deseo de cumplir esta tarea constituyó el marco en el que tendría lugar, en su vida, la purificación pasiva del espíritu (la razón y la voluntad), período después del cual llegó a alcanzar las más altas cumbres de la unión con Dios: el desposorio místico. 

 

Por último, en aquella experiencia mística conoció con toda claridad que, si bien se trataba de una única obra, ésta tendría tres matices o aspectos. El primero lo constituyen las órdenes contemplativas, es decir, almas apartadas del mundo que arderán como victimas ante el trono de Dios y pedirán mise- ricordia para el mundo entero…implorarán bendiciones para los sacerdotes y, a través de la oración, prepararán al mundo para la venida final de Jesús (Diario 1155). El segundo grupo estará constituido por congregaciones religiosas que unirán a sus oraciones, obras de misericordia, y mediante la oración se empeñarán en despertar el amor y la misericordia de Jesús en este mundo lleno de egoísmo (Diario 1156). Al tercer grupo podrán pertenecer todas las personas que viven en el mundo (Diario 1157), sin estar obligadas por ningún tipo de voto, pero que mediante la oración y los actos de misericordia participarán de todos los meritos y privilegios de la Comunidad (Diario 1157). Cada miembro de este grupo, durante el día, debería hacer por lo menos un acto de misericordia, aunque pueden ser más, porque cada uno puede cumplirlas fácilmente, incluso el más pobre (Diario 1158

 

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