Flora Cantábrica

Ubicación: Loca do Cabeço

Fecha: Otoño de 1916

[…] Sosteniendo un cáliz en sus manos, con una hostia encima de la cual algunas gotas de sangre caían dentro del vaso sagrado. Dejando el cáliz y la hostia suspendidos en el aire, el ángel se postró en el suelo y repitió esta oración tres veces:

– “Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Cuerpo más precioso. , Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo se ofende. Y, por los méritos infinitos de Su Sacratísimo Corazón y del Inmaculado Corazón de María, te suplico la conversión de los pobres pecadores ”.
Luego, levantándose, tomó una vez más el cáliz y la hostia en sus manos. Me entregó la hostia, ya Jacinta y Francisco les dio a beber el contenido del cáliz, diciendo al hacerlo:

“Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por hombres ingratos. Repara sus crímenes y consuela a tu Dios «. 

Una vez más, se postró en el suelo y repitió con nosotros tres veces más, la misma oración. “Santísima Trinidad …”, etc.

Fátima, en palabras de la propia Lucía,   p.171 (IV Memorias).