Flora Cantábrica

Matias Mayor

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Biodiversidad de los pastizales de las altas montañas  Ibéricas y  su conservación

Matías Mayor López

 

La normativa comunitaria considera como áreas de montaña todas aquellas cuya altitud supera los 1.000 m; en el caso de España, los pastos de montaña generalmente suelen estar ubicados entre los 1.800 y 2.500 m, no obstante lo cual, algunos aparecen por encima de los 3.000 m  y otros descienden hasta los 1.000 m.

 

Su importancia es obvia. Gran parte de la superficie de las zonas situadas a cierta altitud están ocupadas por los pastos supraforestales,  de gran valor en la economía de las comarcas. Si bien las comunidades pascícolas de alta montaña son sistemas productivos herbáceos, desempeñan una importante función ecológica y constituyen la vegetación madura o climácica de un tipo de hábitat muy sensible: las cimas de los sistemas montañosos.

 

De hecho, muchas veces son la única vegetación capacitada para habitar las  cumbres y collados venteados, que no pueden alcanzar los bosques debido a las condiciones ambientales extremas, habitualmente glaciares (frías y secas). Además, como consecuencia de su aislamiento biogeográfico, poseen numerosos endemismos de flora y fauna, algunos, raros e interesantes.

 

Debido a la gran extensión ocupada por los ecosistemas de pastizal y a su relativamente elevado grado de naturalidad, la gestión de los pastizales tendrá importantes implicaciones en la conservación de numerosas especies silvestres de los distintos niveles tróficos

 

Los pastizales son ecosistemas caracterizados por presentar una vegetación abierta dominada por especies herbáceas y cuya producción primaria es aprovechada directamente por los herbívoros. Suelen estar situados en zonas con productividad relativamente baja que no son adecuadas para usos agrícolas intensivos. En ellas, el pastoreo es un procedimiento eficaz para recolectar y transformar su dispersa producción primaria en productos para uso o consumo humano.

 

Los Anexos I (tipos de hábitats naturales de interés comunitario) y II (especies animales y vegetales de interés comunitario) de la Directiva  Hábitats, ofrecen indicaciones sobre los tipos de hábitats y especies cuya conservación requiere la designación de zonas especiales de conservación. Algunos de ellos se definen como tipos de hábitats o de especies «prioritarios» (en peligro de desaparición).

 

Su finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas.

 

El Anexo I, organiza los espacios naturales de interés comunitario que requieren la designación de zonas de especial conservación (ZEC) en nueve grupos. La mayoría de los prados y pastizales europeos se han reunido en el sexto punto, dedicado a las formaciones herbosas naturales y seminaturales; su inclusión en el Anexo I, responde a la importancia que tiene la protección de estas comunidades vegetales.

 

La Directiva Hábitats considera prioritaria la conservación de ciertos prados y pastizales muy valiosos en Europa, al constituir un importante refugio de biodiversidad para numerosas especies raras o endémicas

 

En la península Ibérica se encuentran muchos de los tipos de pastos naturales y seminaturales recogidos en la Directiva, y varios de ellos son exclusivos de España. Se describen los principales pastos de la altas montañas españolas y su situación en los códigos hábitat de interés comunitario

 

Los Estados miembros y la Comunidad Europea, como signatarios de la Cumbre de Río (1992) y del Convenio sobre la Biodiversidad, proponen la creación de una Red Ecológica Europea de Zonas Especiales de Conservación  por su valor  biológico, paisajístico, o cultural denominada  “Natura 2000”

 

Actualmente, muchos territorios europeos, tales como las extensas zonas de pastizales, son o contienen ecosistemas seminaturales gestionados por ganaderos y silvicultores. Hasta tal punto, que muchos hábitats característicos y algunas de las especies que albergan se han hecho total o parcialmente dependientes de las prácticas humanas, tanto como de los procesos naturales.

 

El equilibrio seminatural de  muchos pastizales de montaña, se mantiene gracias a la ganadería, aunque esta situación  está  cambiando. La reforma de estos hábitats plantea serias dudas sobre su continuidad futura, si tenemos en cuenta que depende de una actividad en recesión por su insuficiente rentabilidad y por los cambios de uso del suelo.

Los cambios de uso de muchas áreas pastorales, a veces amparadas por figuras de protección, dan lugar a numerosos interrogantes relacionados con su evolución, que ponen de manifiesto la precariedad de los conocimientos para su valoración y conservación. Ello se debe a un hecho básico y diferencial respecto a otro tipo de ambientes (bosques, humedales, turberas y riberas, entre otros), si para la mayor parte de dichos ambientes su conservación a menudo implica la disminución o el cese total de las actividades humanas (tala, fuego, laboreo, extracciones), la conservación de los pastos está vinculada al mantenimiento del pastoreo (Montserrat, 1964) y, de manera más precisa, con el grado y modo en que el pastoreo tenga lugar.

El abandono en las zonas de montaña de la actividad ganadera implica una pérdida de diversidad vegetal en las comunidades de los pastos.

 

El pastoreo multiespecífico permite compaginar aspectos ecológicos y productivos para estas comunidades vegetales, que  muchas veces presentan notables valores naturales.

 

En los ecosistemas adaptados al pastoreo no sólo es compatible  la explotación y     conservación de los recursos, sino que ciertos niveles de pastoreo son fundamentales para conservar muchas especies de animales y plantas   (Mayor 2002). Por ello, en estos pastizales adaptados al pastoreo se pueden alcanzar estados de degradación tanto por exceso como por abandono del pastoreo

 

Los pastizales no son entidades estáticas y  su uso sostenible requiere conocer en cada momento cual es el «estado» del pastizal y sus tendencias de cambio. Esto se debería llevar a cabo mediante un sistema de indicadores que tenga en cuenta todos los efectos de los herbívoros y la distinta velocidad de respuesta de cada componente del pastizal. El sistema de seguimiento y control debería incluir, al menos, parámetros relacionados con (Behnke et al., 2000) a) los animales y sus producciones, como es el caso de la tasa de fertilidad, tasa de crecimiento, cantidad y calidad de la producción, estado físico y sanitario de los animales, etc., b) la vegetación, son importantes indicadores la cobertura de la vegetación por estratos, abundancia de las especies, producción herbácea, calidad del forraje, proliferación de especies resistentes al pastoreo, etc. y c) el suelo, donde es especialmente importante hacer un seguimiento de los fenómenos erosivos y de la abundancia de materia orgánica y nutrientes.

 

El pastoreo del ganado es fundamental para activar la fertilización del terreno, abonándolo con su estiércol e incorporando materia orgánica que favorece la infiltración del agua en profundidad y evita la erosión, limitando el desarrollo excesivo del matorral y contribuyendo al control de los incendios forestales. En los paisajes «en mosaico» modelados por los usos ganaderos extensivos, los pastizales constituyen además eficaces cortafuegos, y contribuyen a la gran riqueza biológica de nuestros ecosistemas.

 

La diversidad de plantas en estos pastos naturales es de las más altas que se conocen en el mundo, con más de 40 especies distintas por cada metro cuadrado de terreno. De ellas depende también una gran abundancia en invertebrados y pequeños vertebrados, como liebres y conejos, de los que se alimentan a su vez especies tan amenazadas como el Lince Ibérico o el Águila Imperial

Las rutas trashumantes,  constituyen corredores naturales entre el norte y el sur de la Península, que han contribuido al mantenimiento de la extraordinaria biodiversidad ibérica, sirviendo de «pasillos verdes» para la dispersión de numerosas especies y enlazando los diversos ecosistemas entre sí. Este carácter de red ecológica de las cañadas tiene una importancia crucial hoy en día, cuando la fragmentación de los hábitats por nuevas urbanizaciones, carreteras, autopistas, trenes de alta velocidad, embalses y otras infraestructuras constituye una gravísima amenaza para la supervivencia de muchas especies.

Pero el abandono progresivo de la trashumancia tradicional desde principios de este siglo, debido al transporte del ganado en ferrocarril y en camión, está provocando ahora la destrucción de las cañadas, la desaparición de las culturas pastoriles y la degradación de muchos ecosistemas. La recuperación de la trashumancia entre el norte y el sur de España, fomentando la conservación de las cañadas y de las razas autóctonas de ganado, generando empleo en el campo y destacando su importancia social, cultural y ecológica , es el objetivo prioritario del Proyecto 2001, que financia para ello a los ganaderos.

La trashumancia  era antiguamente era la forma más eficaz de mantener una enorme cabaña ganadera de ovejas de lana con el único aporte de los recursos naturales propios. Hoy en día la trashumancia no es ni mucho menos algo arcaico, solo útil para estudiosos del tema, sino que puede ser el mejor método para asegurarnos la riqueza biológica de las razas ovinas autóctonas y para evitar la pérdida de la red de caminos naturales más importante.

 Causas de la degradación de los pastizales. El abandono

Distintas causas de índole compleja pero interconectada, han provocado el proceso de degradación de los pastos por falta de aprovechamiento; estas causas han ido ligadas, siempre, a la evolución de la ganadería extensiva.

 

Podemos resumir las causas de la degradación de los pastos en: a) declive del poder del Honrado Concejo de la Mesta, b) decadencia de los sistemas ganaderos extensivos estantes, cuya economía era autárquica y de mera subsistencia, c) sustitución de los sistemas tradicionales por otros de producción más intensiva, d) la deficiente estructura agraria de las unidades de producción con una elevada parcelación de la tierra y con un tamaño de explotación de pequeñas dimensiones, ya que, por ejemplo, en la comarca de la Montaña de Luna el 56% de éstas son inferiores a 5 Ha, y en la Montaña de Riaño son el 48%.

 

Una de las consecuencias más importantes que conlleva el abandono de los pastizales es la pérdida de la productividad y de la calidad del pasto. Inicialmente evoluciona hacia un herbazal en el que la acumulación de materia seca no consumida es cada vez mayor, con la consiguiente disminución de su valor nutritivo. Posteriormente desciende esta calidad aún más por la incorporación de las especies arbustivas, que en general tienen un menor valor forrajero que el pasto.

 

El número de hábitats amenazados por abandono es muy probable que se incremente con la expansión de UE. The Euopean Commissions Biodiversity Action Plan for Agriculture” comenta: la infrautilización de las tierras agrícolas y su abandono puede tener desastrosas consecuencias  para la conservación de la naturaleza. En las montañas y en áreas  menos favorecidas, la cesación de la agricultura de forma rápida conduce a la perdida de la biodiversidad de medios ricos en flora por su trasformación en matorral; efecto que también se notará en las poblaciones de vertebrados e invertebrados

 

Los pastizales extensivos

Los sistemas extensivos de producción ganadera se basan en la utilización de especies ganaderas de interés zootécnico, capaces de aprovechar eficazmente los recursos naturales mediante el pastoreo. Generalmente las especies ganaderas explotadas corresponden a genotipos autóctonos adaptados a los factores limitantes y ecológicos del medio natural.

 

En la Península Ibérica los sistemas extensivos se encuentran determinados por factores como la utilización de suelos no aptos para una agricultura convencional y el pastoreo como base del sistema de explotación.

 

Según Boyazoglu (1998), los sistemas extensivos de producción animal comparten tradicionalmente características comunes: número limitado de animales por unidad de superficie; uso limitado de los avances tecnológicos; baja productividad por animal y por hectárea de superficie; alimentación basada principalmente en el pastoreo natural y en el uso de subproductos de la agricultura de la explotación; uso reducido de energía fósil; etc. De acuerdo con Martín et al. (1997), la ganadería extensiva presenta una serie de características comunes que pueden resumirse en: a) El manejo basado en el pastoreo, con el consiguiente aporte de nutrientes al suelo a través de las deyecciones de los animales, con la mejora de la estructura y un aumento de la materia orgánica del suelo. b) La ganadería extensiva, correctamente manejada, puede convivir con la fauna y flora silvestre como un elemento más de los ecosistemas. c) El pastoreo de las zonas de monte y las  prácticas trasterminantes y trashumantes constituyen elementos eficaces para la prevención de los incendios forestales. e) Los sistemas ganaderos extensivos manejados adecuadamente tienden a conseguir el equilibrio entre producción y conservación, todo ello mediante la adecuación de los niveles de carga ganadera a la disponibilidad de recursos.

 

En algunos sectores de la sociedad hay la percepción que  los sistemas pastorales son arcaicos  y están anticuados  y los pastores son a menudo vistos con desconfianza. Los benéficos sobre la biodiversidad del pastoralismo no son ampliamente reconocidos, más bien en el noroeste de Europa se considera, que la cría de ovejas produce daños  en el medio ambiente a través  del sobrepastoreo y la erosión de los suelos.  Como resultado el pastoralismo ha sido excluido de las áreas protegidas, con la consiguiente pérdida de una  parte de la biodiversidad. 

Pastolarismo extensivo es ahora generalmente practicado en regiones remotas donde la tierra es demasiado húmeda, seca o escarpada para la intensificación.  En estas regiones  a menudo faltan infraestructuras y están lejos de los mercados. Al ser  su producción baja  el pastoralismo tradicional es incapaz de competir con modernos sistemas ganaderos. Tales áreas marginadas social y económicamente son propensas al abandono.

Queda poco tiempo para esperar…..En 10 años los altos valores naturales de los sistemas pastorales y el conocimiento local y tradicional que de ello depende puede llegar a extinguirse

Los ecólogos tenemos todavía dificultades para responder a preguntas tales como: ¿Cuál es la importancia de los pastos de montaña en el presente marco económico?, ¿Es necesario y posible mantener los pastos de montaña sin su utilización ganadera?, ¿Cuáles son las cargas ganaderas oportunas en nuestros parques nacionales y otras zonas protegidas?, ¿Qué tipos de pastos presentan mayor potencial desde el punto de vista del uso ganadero y cuáles mayor relevancia ecológica?, ¿Qué alternativas existen al abandono de la ganadería extensiva?.

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Prados naturales acidófilos 

En España, los prados orófilos sobre suelos ácidos están ordenados respectivamente con los códigos hábitat 6140, 6160 y 6230. Aunque habitualmente forman comunidades
maduras y estables, algunos también suelen suceder a los diferentes montes y matorrales permanentes de montaña.

 

El código 6140 está asignado a los pastos alpinos y subalpinos conocidos como tasca alpina y lastonares de ladera; pastos representados, entre otras especies, por Festuca eskia, gramínea exclusiva de los sistemas montañosos ibéricos, pirenaico y cantábrico.

 

Se desarrollan desde los 1600 m, en el piso de Pinus uncinata (Pirineos) o de enebrales rastreros (Cordillera Cantábrica), o por encima de los niveles forestales. Se trata del pasto vivaz habitual en los suelos silíceos más o menos profundos y allí donde la nieve desaparece al comenzar el verano. Si la innivación o la humedad son excesivas, sobre todo si hay cierto pastoreo, son sustituidos por pastos de Nardus stricta. Por el contrario, en medios más expuestos y menos innivados o a mayor altitud son reemplazados por pastos alpinos dominados por otras especies del grupo de Festuca indigesta (tipo de hábitat 6160). Se trata de prados densos, vivaces, formados por céspedes almohadillados.

 

La composición varía en función de la profundidad y de la estabilidad del suelo, así como de la duración del periodo de innivación. La proporción de especies endémicas es en todo caso elevada. Algunas especies comunes en toda el área de distribución de estas comunidades son Festuca eskia, Jasione laevis,  Erigeron alpinus, Campanula scheuchzeri, Armeria bubanii, etc. En los Pirineos aparecen especies como Ranunculus pyrenaeus, Gentiana alpina, Veronica bellidioides, etc., mientras que en la Cordillera Cantábrica tenemos Luzula caespitosa, Agrostis tileni, Thymelaea dendrobryum, etc. En suelos algo más húmedos entran en la composición de estos prados Nardus stricta, Luzula nutans.

 

En la península Ibérica el código 6160 corresponde con la vegetación con fuerte influencia mediterránea en su flora, cuya distribución geográfica en Europa está restringida a España y Portugal.  Son prados de las altas montañas silíceas ibéricas dominados por especies y subespecies del grupo de Festuca indigesta, que constituyen la vegetación potencial por encima de los pisos de bosque. Se distribuyen por las altas cumbres de los sistemas montañosos silíceos de tendencia mediterránea: Sistemas Central e Ibérico, Sierra Nevada y parcialmente en la Cordillera Cantábrica y representan las comunidades vegetales maduras  situadas altitudinalmente por encima de los enebrales rastreros , piornales y pinares de montaña.

 

Pastos ibéricos caracterizados por varias especies endémicas (Festuca indigesta subsp. curvifolia, Teesdaliopsis conferta, Luzula caespitosa, etc.), algunas de ellas de las cumbres de Sierra Nevada (Festuca clementei, Trisetum glaciale.)

 

También en este código se han incluido los pastos pioneros constituidos por diversos endemismos ibéricos (Jasione sessiliflora, Koeleria crassipes, Hieracium castellanum, Plantago radicata, Festuca rivasmartinezii subsp. rivasmartinezii, Festuca summilusitanica, etc.). En realidad no son prados de alta montaña, sino pastizales seriales y xerofíticos que ocupan las zonas medias de los sistemas montañosos mediterráneos.

 

Por último, el código hábitat 6230 se ha dedicado a las formaciones herbosas dominadas por el cervuno (Nardus stricta). Este tipo de hábitat se desarrolla casi siempre en zonas de montaña con suelos ácidos profundos, húmedos durante todo el año pero raramente encharcados, y con mayor o menor innivación: cercanías de cauces, bordes de lagos, cubetas de origen glaciar, zonas deprimidas o con cierto rezume, etc. Es una comunidad apreciada desde el punto de vista ganadero, al permanecer verde todo el año, lo que ha sido propiciado  artificialmente en muchos casos al eliminar, mediante el manejo pecuario, matorrales y otros tipos de pastos. Es frecuente el contacto de este tipo de hábitat con otros pastizales, principalmente con los del 6160.

 

Una parte comprende los cervunales naturales de alta montaña, donde tienen la condición de comunidades permanentes, y los cervunales seminaturales mesofíticos montanos de carácter serial que medran en zonas de menor altitud y frío (Viola canina). Pastos distribuidos por las zonas montañosas y submontañosas de Europa continental, en la península Ibérica llegan hasta los macizos montañosos de las regiones Alpina y Atlántica. La otra parte corresponde con los cervunales mediterráneos de las montañas del centro y noroeste peninsulares y los borreguiles nevadenses. Los primeros están caracterizados por varios endemismos ibéricos (Campanula herminii, Carex furva, Festuca iberica, etc.), mientras que los segundos tienen un gran valor botánico al albergar numerosas plantas propias y exclusivas del Sistema Bético y de Sierra Nevada (Plantago nivalis, Genciana boryi, Agrostis nevadensis, etc.). Los cervunales mediterráneos en altura también se pueden interpretar como comunidades estables, mientras que los que ocupan zonas más bajas ­son de origen serial.

 

Prados naturales basófilos.

Con el título «prados alpinos y subalpinos calcáreos», la Directiva Hábitats reúne en el código 6170 diversos pastos de las altas montañas del occidente de Europa (Alpes, Cárpatos, península Balcánica, Escandinavia, Apeninos, isla de Córcega) y de la región Mediterránea. En este código están incluidas varias comunidades herbáceas que pueden ascender hasta el nivel más alto (alpino) de las cumbres venteadas de los Pirineos y la cordillera Cantábrica. En la península Ibérica están constituidas por varias ciperáceas (Kobresia myosuroides, Carex rupestris, Carex capillaris, etc.), algunas leguminosas del género Oxytropis y diversas gramíneas (Sesleria caerulea, Helictotrichon sedenense, Agrostis alpina, etc.), a las que hay añadir Primula intricata, Salix pyrenaica y Armeria cantabrica, entre otras muchas especies.

 

También aquí se han referido los lastonares alpinos, habituales en los pedregales y las gleras, dominados por dos gramíneas endémicas como son Festuca gaulteri (Pirineos) y Festuca burnatii (Cordillera Cantábrica).

 

Por último, en el código 6170 están contenidos unos pastizales más termófilos, abiertos y con muchas más especies leñosas que los anteriores, habituales en las parameras kársticas y sierras calizas mediterráneas, donde están representados por diversos ende-
mismos peninsulares (Plantago discolor, Thymus mastigophorus, Festuca marginata subsp. andres-molinae, etc.) e íbero-norteafricanos (Festuca hystrix, Poa ligulata).

 

Para el estudio de los pastizales de la alta montaña Ibérica, elegimos los pisos alpino y subalpino, crioromediterráneo y oromediterrámneo de  los Pirineos, la Cordillera Cantábrica, Sierras Béticas y Sistema Central (Sierras de Guadarrama  y Ayllón).

Pirineos

En nuestro análisis de los pastizales de los Pirineos, vamos a considerar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. El Parque está situado en el Pirineo Central, en la zona noroccidental de la comarca del Sobrarbe (Huesca).En la zona se  hallan bien representados  los pisos alpino, subalpino y oromediterráneo.

 

 Piso alpino (2300-2800 m)

En la alta montaña el suelo permanece helado durante mucho tiempo y quedan pocos meses para el desarrollo vegetativo., mientras a 2240 m el suelo permanece congelado durante 5,3 meses (160 días), a 3000 m ese periodo se prolonga a 8,3 meses de inactividad (251 días). De tal forma que, por cada 300 metros de ascenso en altitud, el periodo de heladas aumenta en más de un mes, o dicho de otro modo, cada 100 m hay 11,6 días más de letargo. Además, hay que tener en cuenta que a una misma altitud puede haber diferencias de 30 días de helada entre una ladera que mira al norte y su inmediata expuesta al mediodía. Por ello, especies que hallamos en umbría, aparecen en solana 300 ó 400 m más arriba. En todo caso, desaparecen los bosques y sólo algún árbol achaparrado o los sauces enanos representan a la vegetación leñosa. Estamos en el dominio de los pastos, la vegetación de los ventisqueros y las comunidades pioneras de suelos rocosos o pedregosos.

 

 Pasto culminal calcícola (Oxytropido foucaudii-Elynetum myosuroidis, Elynion myosuroidis).

Comunidad herbácea, generalmente densa, que representa la vegetación climácica del piso alpino del Pirineo calizo. Coloniza rellanos o espolones batidos por el viento y donde la nieve permanece menos tiempo, aunque los suelos están bien desarrollados y en ocasiones acidificados. Se trata de céspedes estrechamente emparentados con los equivalentes de los Alpes (Elynetum), que podrían haberse establecido en el Pirineo en épocas glaciares. Entre sus especies más habituales están Kobresia myosuroides, Carex curvula subsp. rosae, Carex parviflora, Polygonum viviparum o Antennaria carpatica. Este pasto alpino salpica la cabecera del Ara (Vignemale y cerca del Collado de Bujaruelo), el macizo de Monte Perdido y particularmente el Balcón de Pineta.

 

Pastos rasos acidificados sometidos a gran innivación (Gentiano alpinae-Caricetum curvulae).

Sólo aparecen en la periferia del Parque, particularmente en las zonas altas del valle de Bucaruelo donde son vecinos de las gleras silíceas.

 

 Piso subalpino (1700-2300 m)

Es el dominio potencial de los bosques de pino negro (Pinus uncinata). Sin embargo, la presión ganadera ha hecho que muchos desaparezcan, que otros  queden muy ralos y no alcancen la altitud esperable, ocupando sólo el piso subalpino inferior, donde los  acantilados de Ordesa y Añisclo los han protegido del hacha. Como dato ilustrativo diremos que en la primera mitad del siglo XX los puertos de Góriz llegaron a ser pastados por más de 25.000 ovejas en pequeños rebaños, todos ellos conducidos por pastores que ocuparon más de 80 majadas donde se necesitaba leña, lo cual supuso una presión enorme sobre el pinar subalpino en tan poco territorio.

 

Tres son los tipos de pinar de pino negro presentes en el Parque: el de umbrías calizas, el de solanas calizas, en el piso oromediterráneo y el pinar acidófilo con rododendro. Además, un tipo de hayedo-abetal acidófilo alcanza la parte baja del subalpino. Por otro lado, a este piso llegan desde el montano algunas comunidades de matorrales, pastos y rocas; además, hallaremos de un modo más aislado comunidades fontinales, así como vegetación rupícola y glareícola.

 

Pastos mesófilos densos (Mesobromion)

En los suelos profundos sobre calizas del piso subalpino, no muy innivados aunque frescos y poco acidificados, se establecen los pastos del Mesobromion de altitud, unas comunidades muy bien pastadas y aprovechadas por el ganado. Su abandono puede permitir la invasión del cervuno (Nardus stricta), evolucionando hacia sus diversas asociaciones del Nardion. Cuando estos suelos se erosionan, la formación vegetal se transforma en un pasto pedregoso del Oxytropido-Festucetum scopariae.

 

 Cervunales (Nardion)

«Tascas» o pastos tupidos de suelos profundos silíceos o calizos acidificados, como es nuestro caso. Nunca faltan Nardus stricta, Trifolium alpinum (a veces en codominancia), Plantago alpina, Cerastium arvense, Gentiana acaulis y Festuca nigrescens entre otras. La mayor o menor humedad del suelo, generalmente ligada al periodo de innivación, da lugar en nuestro territorio a dos asociaciones diferenciadas.

 

El Alchemillo flabellatae-Nardetum es la comunidad menos húmeda de las dos, pues suele aparecer en solanas, y es la que más desciende en altitud, ya que baja hasta el montano superior. Por otra parte, el Trifolio thalii-Nardetum es una comunidad plenamente subalpina de las umbrías o concavidades con mayor innivación, lo que permite la entrada de Trifolium thalii, Carex macrostylon, Geum montanum o Phleum alpinum subsp. rhaeticum. Por otra lado, el descenso de la presión ganadera, particularmente los equinos, permite la proliferación de la Festuca eskia.

 

Pastos densos acidófilos de Festuca eskia (Carici pseudotristis-Festucetum eskiae, Festucion eskiae)

Se trata de pastos densos netamente subalpinos, dominados por las macollas verde oscuras de Festuca eskia más Carex sempervirens subsp. pseudotristis y Luzula nutans, acompañados de un buen puñado de plantas de Nardion como Nardus stricta, Trifolium alpinum o Plantago alpina. Se establecen sobre distintos tipos de suelo calizo que se acidifica. Son claramente distintos de los típicos pastos en graderío, pobres en especies, sometidos a procesos de crioturbación y solifluxión, de solanas inclinadas sobre sustrato silíceo. Dichas formaciones se hallan en la montaña silícea periférica: cabecera del Ara y La Munia. Creemos que buena parte de los pastos de F. eskia sobre calizas, sobre todo los de zonas menos secas y más innivadas, pueden relacionarse con el descenso de la presión ganadera, en especial equina, sobre los pastos de Nardion, lo que permitiría la colonización de dicha gramínea, poco apetecida por vacas y ovejas.

 

Pastos sobre suelos descarbonatados, en umbrías innivadas (Primulion intricatae)

Pastos rasos y densos que tapizan laderas calizas donde la nieve permanece largo tiempo o se desliza suavemente, sobre suelos más o menos descarbonatados, en exposición norte de los valles de Ordesa y Pineta. Comprenden tanto los pastos con Trifolium thalii, Primula elatior subsp. intricata, Polygonum viviparum o Thalictrum alpinum (Festuco-Trifolietum thalii), como las formaciones de caméfitos en espaldera como Salix pyrenaica, Dryas octopetala o Geum pyrenaicum (Dryado- Salicetum), de lugares más pendientes y rocosos.

 

Pastos pedregosos calizos (Oxytopido pyrenaicae-Festucetum scopariae, Festucion scopariae)

Son pastos característicos de laderas solanas calizas, con suelo inestable sometido a fenómenos periglaciares y a solifluxión. Una gramínea de hoja dura, Festuca gautieri subsp. scoparia, suele ser la más extendida por su gran capacidad de colonizar suelos pedregosos relativamente móviles. Le acompañan Oxytropis neglecta, Thymelaea tinctoria subsp. nivalis, Koeleria vallesiana, Seseli montanum subsp. nanum, Androsace villosa. Sin duda se trata de los pastos más abundantes y diversificados del Parque, ya que la microtopografía matiza el esquema general explicado. Por ejemplo, en las crestas más batidas por el viento aparece la Saponaria caespitosa, mientras en lugares menos inclinados o en rellanitos margosos más secos y caldeados tenemos Erodium glandulosum y Ononis cristata. La erosión o mayor inestabilidad del suelo permite la entrada de especies glareícolas como Ranunculus parnassifolius subsp. heterocarpus, Galium pyrenaicum o Crepis pygmaea subsp. pygmaea, y al contrario, en suelos más profundos y menos erosionados encontramos plantas de los pastos mesófilos como Carlina acaulis, Carex caryophyllea o Trifolium montanum subsp. montanum, entre otras. Estos pastos duros se extienden por el dominio de los pinares oromediterráneos (Arctostaphylo-Pinetum) y subalpinos (Pulsatillo-Pinetum), habiendo extendido su área por la acción del fuego, pastoreo, erosión, etc., además, pueden alcanzar el piso alpino inferior. Sustituyen al pasto mesófilo (Alchemillo-Festucetum) y eventualmente al cervunal (Nardion), cuando el suelo profundo se erosiona.

 

Piso oromediterráneo (1700-2300 m)

A las mismas altitudes que los bosques subalpinos, las comunidades de montaña mediterránea ocupan cresteríos o laderas muy soleadas, donde las oscilaciones térmicas son muy acusadas y hay frecuentes períodos secos; incluso en pleno invierno falta nieve y los fenómenos de hielo-deshielo son frecuentes. El contacto geobotánico entre la región eurosiberiana y la mediterránea se destaca muy claramente en los pinares secos y en los pastos de cresta. En el Parque aparecen de forma marginal, como irradiación septentrional de las montañas ibéricas.

 

Pasto basófilo de crestas y suelos pedregosos (Oxytropido pyrenaicae-Festucetum scopariae saponarietosum caespitosae, Festucion scopariae)

Colonizan solanas margosas o del flysch, crestas y cornisas ventosas, en terreno crioturbado, pudiendo sustituir al pinar de pino negro, cuando ha sido destruido por incendio o pastoreo. Entre sus especies más conspicuas citemos Saponaria caespitosa, Ononis striata, Astragalus sempervirens, Thymelaea tinctoria subsp. nivalis, Koeleria vallesiana y Seseli montanum subsp. nanum.

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Fig.1. Esquema de la vegetación en la vertiente suroccidental del Monte Perdido

(modificado Benito 2005)

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1- Comunidad de pastos innivados sobre calizas: alfombras densas de Trifolium thalii, Primula elatior subsp. intricata, etc. (Festuco-Trifolietum thalii).

2- Majadal subalpino con romazas (Rumex pseudoalpinus), ortigas (Urtica dioica), Sisymbrium chrysanthum y otras especies nitrófilas (Rumici-Chenopodietum).

3- Pasto denso de cervuno (Nardus stricta) sobre suelo profundo (Alchemillo-Nardetum), en mosaico con pastos mesófilos de altitud (Alchemillo-Festucetum nigrescentis).

4- Pasto pedregoso, discontinuo, de Festuca scoparia y otras especies pioneras (Oxytropido-Festucetum scopariae), en mosaico con las gleras calizas subalpinas (Aquilegio-Bordereetum pyrenaicae).

5- Ventisquero colonizado por sauces enanos (Salix retusa, S. reticulata, S. herbacea) (Carici-Salicetum retusae).

6- Pasto alpino denso sobre suelo calizo relativamente profundo (Oxytropido-Elynetum myosuroidis).

7- Comunidad de plantas pioneras que sustituye al pasto anterior tras la erosión y aumento de la pedregosidad (Festucetum glaciali-pyrenaicae).

8- Comunidad de plantas pioneras de la alta montaña caliza pirenaica que llega a las cumbres (Minuartio cerastiifoliae-Androsacetum ciliatae).

9- Comunidades glareícolas en terreno calizo de los pisos alpino (Festucetum glaciali-pyrenaicae) y subnival (Linario-Minuartietum cerastiifoliae), más grietas húmedas e innivadas (Oxyrio-Doronicetum).

 

Alta montaña Cantábrica

En nuestro análisis de los pastizales de la Alta Montaña Cantábrica vamos a considerar el puerto de San Glorio y Peña Prieta (Cantabria-León-Palencia). El territorio se sitúa fitogeográficamente entre los distritos Lebaniego (Cantabria) y Altocarrionés (León-Palencia). En la zona se dan los pisos bioclimáticos alpino (por encima de 2200-2300 m), subalpino (desde los 1700-1900 m hasta limitar con el piso alpino).

 

Pastizal alpino (Junco trifidi-Oreochloetum blankae): Césped alpino oligótrofo de suelos profundos, muy rico en especies raras en la Cordillera Cantábrica. Con Oreochloa blanka, Juncus trifidus, Jasione crispa, Festuca eskia, Minuartia recurva, Saxifraga moschata, Anthemis carpatica, Leontodon pyrenaeus, Luzula hispanica,Agrostis rupestris y Bellardiochloa violacea. Ejemplos: Pico Murcia, Las Lomas, Tres Provincias, Peña Prieta (Cantabria), Circo de Cubil de Can y del Alto de Cubil de Can (Palencia), localidades sitas entre 2290 y 2530m.

 

 Pastizales subalpinos:

Cervunal higrófilo ibérico (Luzulo carpetanae-Pedicularietum sylvaticae): Césped higrófilo o higroturboso silícola de los pisos montano, subalpino y alpino orocantábrico, oroibérico soriano y carpetano-leonés, ubicado en depresiones encharcables por agua de avenamiento, en contacto con turberas y lagunas. Con Juncus squarrosus, Nardus stricta, Pedicularis sylvatica, Luzula campestris subsp. carpetana, etc.

 

Cervunal orocantábrico calcícola (Polygalo edmundi-Nardetum strictae): Pastizal principalmente subalpino, ubiñense-picoeuropeano y campurriano-carrionés, propio de áreas llanas, protegidas o de fondos de dolinas, donde se produce una fuerte acumulación de nieve que se prolonga a menudo hasta comienzos del verano. Vive en suelos profundos, descarbonatados, pero ricos en cal y con elevado grado de humedad. Con Nardus stricta, Festuca nigrescens subsp. microphylla, Trifolium thalii, T. repens, Polygala edmundii, Lotus corniculatus, etc. Ejemplos: Al E de Peña Prieta (Cantabria), zona del Collado de Robadorio (León-Cantabria).

 

Pastizal calcícola subalpino altocarrionés (Drabo lebrunii-Armerietum cantabricae): Pastizales calcícolas quionófilos del subsector Altocarrionés. Se desarrollan sobre suelos innivados bien desarrollados, en el territorio del Daphno-Arctostaphyletum uva-ursi, en el piso orotemplado y termotipo hiperhúmedo y están caracterizados por Draba lebrunii y Poa molinieri, junto con Armeria cantabrica, Draba cantabriae subsp. cantabriae, Carex sempervirens, Sedum atratum, etc.

 

Pastizal calcícola subalpino picoeuropeano-ubiñense (Pediculari fallacis-Armerietum cantabricae): Pastizales basófilos y quionófilos ubiñense-picoeuropeanos que ocupan biótopos largamente innivados, en suelos profundos algo descarbonatados en superficie y con moder alpino, de óptimo subalpino, pero que puede darse asimismo en el piso alpino y el subpiso altimontano. Con Armeria cantabrica, Pediculares pyrenaica subsp. fallax, Jasione cavanillesii, Anemone pavoniana, Carex sempervirens ,Poa alpina, Arenaria purpurascens, Alchemilla plicatula, Sesleria albicans, Silene acaulis, Polygonum viviparum, Aquilegia pyrenaica subsp. discolor, Helictotrichon sedenense, etc.

 

Completamos nuestro análisis de los pastizales de la alta montaña Cantábrica incluyendo unos esquemas de la disposición de la vegetación en  los Picos de  Europa, y Somiedo  ( Mayor 1999), Alto Campó  (Mayor 1988).

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  1. 1.      Pastizal- piornal de Festuca hystrix – Genista legionensis

Altitud: 2.200, cobertura: 60%, inclinación: 5%, exposición: norte, naturaleza de la roca: caliza

Composición florística: Festuca hystrix, Genista legionensis, Festuca indigesta, Androsace villosa, Arenaria aggregata subsp. cantabrica, Helianthemum canum, Avenula pratensis subsp. iberica, Koeleria vallesiana, Hippocrepis comosa, Arenaria grandiflora, Minuartia verna, Iberis carnosa, Anthyllis vulneraria, Helictotrichon cantabricum.

  1. 2.      Céspedes de Festuca burnatii sobre fisuras y pequeños rellanos de los roquedos.

Altitud: 2000 m, cobertura: 40-50%, inclinación: 50-70%, exposición: norte, naturaleza de la roca caliza.

Composición florística: Festuca burnatii, Campanula arvatica, Dethawia tenuifolia, Seseli libanotis, Oreochloa confusa, Helictotrichon sedenense, Euphorbia chamaebuxus.

  1. 3.      Cervunal

Altitud: 1950 m, cobertura: 100%, naturaleza del sustrato: suelos profundos descarbonatados sobre roca madre caliza.

Composición florística: Nardus stricta, Poa alpina, Botrychium lunaria, Galium saxatile, Anthyllis vulneraria, Meum athamanticum, Polygonum viviparum, Antennaria dioica, Carex caryophyllea, Lotus corniculatus.

  1. 4.      Céspedes discontinuos crioturbados de Saxifraga conifera

Altitud: 2000 –2100 m, inclinación: 10-20%, cobertura: 80%, exposición: norte o sur, naturaleza de la roca: caliza.

Composición florística: Saxifraga conifera, Helianthemum urrielense, Festuca hystrix, Trifolium thalii, Plantago alpina, Poa alpina, Carex sempervirens, Minuartia verna, Arenaria purpurascens, Teucrium pyrenaicum.

 

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1. Céspedes discontinuos acidófilos de Luzula cespitosa y Teesdaliopsis conferta.

 2. Matorrales enanos de arándanos y enebros, con Juniperus communis subsp. alpina,   

     Vaccinium uliginosum, Vaccinium myrtillus, Huperzia selago, Luzula nutans, Erica  

     tetralix.

  3. Pedregales movedizos con Silene macrorhiza, Cryptogramma crispa, Linaria

      saxatilis  subsp. glabrescens.

 4.  Cervunal con Nardus stricta, Meum athamanticum, Luzula nutans, Dianthus

      langeanus, Galium saxatile, Festuca eskia, Plantago alpina.

 5.  Abedular con Betula celtiberica, Saxifraga spathularis, Luzula sylvatica subsp.

     henriquesii, Sorbus aucuparia, Erica arborea.     

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1 .Cervunal higrófilo con Nardus stricta, Selinum pyrenaeum, Galium saxatile, Erica

tetralix.

2.  Piornal de Genista obtusiramea con Carex asturica, Juniperus communis subsp.

alpina.

3. Matorral rastrero de sabinas, enebros y gayubas, con Juniperus sabina,  Juniperus

communis subsp. alpina, Arctostaphylos uva-ursi.

4. Céspedes de Festuca burnatii con Saxifraga conifera, Helianthemum croceum subsp.

cantabricum, Androsace villosa, Arenaria aggregata subsp. cantabrica.

5. Vegetación de las fisuras de los paredones calizos

6. Pedregales movedizos con Linaria alpina subsp. filicaulis, Galium pyrenaicum,

Rumex scutatus, Ranunculus parnassifolius.

7. Orla espinosa del agracejo y del carrasquillo, con Berberis vulgaris, Rhamnus

alpinus, Amelanchier ovalis.

8.  Hayedo sobre sustrato calizo.

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Sierras Béticas

En nuestro análisis de los pastizales  de las Sierras Béticas, consideraremos Sierra nevada,  que se extiende por la zona centro-sureste de la provincia de Granada y parte del suroeste de la provincia de Almería. En Sierra Nevada se  hallan bien representados  los pisos   crioromediteráneo y oromediterráneo.

 

Piso crioromediterráneo (2800-3000 m).

Lo más característico de este territorio es el corto periodo vegetativo. La gran cantidad de nieve, la alta radiación  y los vientos fuertes, hacen que la vegetación sea altamente singular .Las temperaturas son extremas y hay una gran sequía estival.

 

Pastizal psicroxerófilo frío y seco. Erigeronto frigidi-Festucetum clementei

Se desarrolla sobre micasquistos, en suelos silíceos poco profundos. Tanto la Festuca clementei como el Erigeron frigidus son endemismos de las altas cumbres de Sierra Nevada, le acompañan también Hormathophylla purpureum, Artemisia granatensis, Arenaria imbricata, Chaenorrhinum glareosum, Jasione crispa subsp. amethystina y Gentiana alpina.

 

Pastizales de Festuca pseudoeskia de laderas más soleadas. Festucetum spadiceopseudoeskiae. Pastizal vivaz más denso y de mayor porte que el anterior, le acompañan Trisetum glaciale, Festuca spadicea subsp. baetica, Agrostis nevadensis y Eryngium glaciale.

 

Piso oromediterráneo. (1850 – 2800 m)

La comunidad más evolucionada corresponde a un enebral- piornal ( Genisto versicolorisJuniperetum nanae). La destrucción de esta comunidad, en suelos profundos, permite la presencia de pastizales vivaces, mientras que en suelos esqueléticos, encontramos el tomillar oromediterráneo.

 

Pastizal vivaz oromediterráneo. Arenario granatensis-Festucetum indigestae. Esta comunidad ocuparía de forma natural pequeños lugares en los claros del enebral-piornal, pero debido a la quema y pastoreo en zonas con relativa inclinación se puede constituir como comunidad permanente. La alteración de la estructura del suelo o el sobre pastoreo, pueden enriquecer estas comunidades  en elementos nitrófilos. Son especies típicas de esta comunidad: Festuca indigesta, Poa ligulata, Arenaria tetraquetra subsp. amabilis, Astragalus nevadensis.

 

Pastizal  xerófilo y basófilo de Festuca hystrix. Seselido granatensis-Festucetum hystricis. Aparece en los suelos con menor desarrollo y en los claros del piornal. Ocupa preferentemente suelos secos y pedregosos, además de crestas y posiciones topográficas desprotegidas sometidas a fuertes vientos. Son  especies típicas de esta comunidad: Festuca hystrix, Seseli montanum, Poa ligulata, Arenaria tetraquetra subsp. murcica.

 

Pastizales hígrófilos oromediterráneos. Borreguiles. Los pastizales higrófilos del piso oromnediterráneo nevadense, que localmente reciben el nombre de borreguiles, se asientan sobre los suelos hidromórfos que se desarrollan alrededor de lagunas, arroyos, depresiones y cubetas de origen glaciar, entre los 2200 y los 3000 m de altitud aproximadamente.

 

Las comunidades vegetales que integran los borreguiles se caracterizan no solo por desarrollarse sobre suelos profundos y con humedad constante, sino también por permanecer cubiertos de nieve buena parte del año, generalmente desde noviembre hasta bien entrado el mes de junio y a veces hasta primeros de julio. El aspecto general de los borreguiles durante el verano, de color verde intenso, contrasta con el color amarillento de los pastizales psicroxerófilos que los rodean.

 

La vegetación de la clase Nardetea, que ocupa la mayor parte de la superficie de los borreguiles, se ubica sobre suelos más o menos húmedos pero no encharcados superficialmente. Está representada por dos asociaciones: Nardo-Festucetum ibericae y Ranunculo acetosellifolii-Vaccinietum nani

 

La biomasa fundamental del Nardo-Festucetum ibericae, la constituyen las gramíneas Nardus stricta y Festuca iberica, que forman un denso césped a través del cual sobresalen otras especies como Campanula herminii, Euphrasia willcomii, Gentiana borii,Genciana peneumonanthe  entre otras.

 

A diferencia del Nardo-Festucetum ibericae, el Ranunculo- Vaccinietum uliginosi  existe en Sierra Nevada de forma aislada y puntual. Se trata de una microlanda (con arándano) que posiblemente representa la comunidad clímax edafófila de los suelos hidromórfos del piso oromediterráneo nevadense. La escasa representación de esta comunidad en Sierra Nevada quizás está propiciada por el intenso pastoreo al que se ha visto sometida desde muy antiguo la vegetación  higrófila, pastoreo que ha favorecido el desarrollo y la extensión de las especies constituyentes de los cervunales típicos.

 

Sistema Central

La Sierra de Guadarrama es una alineación montañosa perteneciente a la mitad este del Sistema Central (sistema montañoso del centro de la Península Ibérica) situada entre las sierras de Gredos (Ávila) y de Ayllón (SegoviaGuadalajara). Se extiende en dirección suroeste-noreste y en las provincias de Madrid, al sur, y Ávila y Segovia, al norte. Esta sierra mide aproximadamente 80 km de longitud y su pico más alto es Peñalara con 2.430 m .s.n.m.

 

En la Sierra de Guadarrama  se  hallan bien representados  los pisos  crioromediterráneo y oromediterráneo.

 

Pastos psicroxerófilos acidófilos permanentes de Festuca indigesta subsp. curvifolia (Minuartio-Festucion curvifoliae).

Los pastos psicroxerófilos acidófilos permanentes de Festuca indigesta subsp. curvifolia son comunidades constituidas por plantas herbáceas de pequeña talla y adaptadas a la dureza climática de la alta montaña mediterránea, sobre todo gramíneas y   matas rastreras, achaparradas. Aparecen, por encima de los 2100-2200 m de altitud, donde tienen carácter permanente; es decir, constituyen la vegetación más evolucionada posible (la potencial) y, por consiguiente, la cabeza de su serie de vegetación. De entre las especies herbáceas destaca, por su cobertura, Festuca indigesta subsp. curvifolia, una gramínea de hojas relativamente cortas, duras, algo pinchudas y de color glauco por sus gruesas cutículas protectoras.

 

Por su carácter permanente, su riqueza en endemismos derivada de su prolongado aislamiento de la flora alpina y su importantísima función estabilizadora en un medio tan frágil y con tan escasa capacidad de recuperación, son comunidades que poseen un enorme valor ambiental y paisajístico y que deben ser protegidas para garantizar su persistencia.

 

La alianza Minuartio-Festucion curvifoliae está representada por la asociación : Hieracio myriadeni-Festucetum curvifoliae. Se trata de pastos duros, crioturbados – y por consiguiente con cobertura incompleta – dominados por Festuca indigesta subsp. curvifolia que aparecen en las más altas cumbres guadarrámicas. Los otros hemicriptófitos, fundamentalmente gramíneas, como Agrostis rupestris, A. truncatula, Luzula hispanica o L. caespitosa, conviven con caméfitos de muy pequeña talla (Armeria caespitosa, Minuartia recurva, Thymus praecox subsp. penyalarensis y otros).

 

Como consecuencia de la dureza del clima y de su carácter quionófobo, que implica frecuente crioturbación, las plantas de esta comunidad presentan adaptaciones al frío y al exceso de luminosidad: pequeña talla, cutículas gruesas, pelos, etc.

 

Cervunales de alta montaña (Campanulo herminii-Nardion strictae).

Los cervunales son pastos dominados por el cervuno (Nardus stricta), que se desarrollan sobre suelos húmedos y en condiciones de clima frío, lo que ralentiza fuertemente los procesos de humificación de la materia orgánica y crea las condiciones idóneas para que el cervuno compita con ventaja con otras especies.

 

Por las características de su hábitat, los cervunales de alta montaña de ocupan una superficie restringida, que se limita las depresiones y laderas de sotavento, donde se acumula la nieve, de los pisos oro- y criomediterráneo del Sistema Central, lo que viene a coincidir sensiblemente con altitudes superiores a los 1700-1800 m. Si son sometidos a un pastoreo de cierta intensidad, los cervunales de alta montaña generalmente mejoran de calidad pastoral, porque el cervuno pierde dominancia en favor de otras especies más palatables y de mayor calidad nutritiva, como Festuca iberica, F. microphylla, Agrostis capillaris e incluso algunas leguminosas.

 

Completamos nuestro estudio de los pastizales de la Sistema Central incluyendo la disposición de los pastizales en la Sierra de Ayllón  (Mayor 1986)

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1.Céspedes discontinuos con Festuca indigesta, Minuartia recurva, Luzula spicata,

Cerastium  ramosissimum, Arenaria queriodes, Jurinea humilis.

2. Cervunal con Nardus stricta, Festuca violacea, Campanula herminii, Genciana lutea,

Juncus squarrosus, Galium saxatile, Carex leporina.

3. Brezal de Erica australis subsp. aragonensis

4. Céspedes  discontinuos de Micropyrum tenellum

5. Piornal de Cytisus purgans

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